Ya lo dijo Sun Tzu hace 2000 años: «Las tácticas sin estrategia son el ruido antes de la derrota».
Planificar es una de las funciones básicas del proceso de administración. Y un empresario/a está todo el día administrando. Sin embargo, muchas veces las ideas se quedan en su cabeza, y al no ser compartidas, el resto de la organización puede no acompañar ese proyecto. En las Empresas Familiares es necesario ponerlos en común si se quiere establecer objetivos en una misma dirección. Por eso propongo tres herramientas para trabajar la Planificación Estratégica en la Empresa Familiar
- Valores y Visión Compartida: los accionistas actuales y futuros deben reunirse para poner en común los valores y la visión de la empresa. Estos serán los cimientos sobre los cuales se construirá la estrategia.
- Gobierno Corporativo: poner en práctica el Directorio, la Asamblea de Socios, el Consejo Familiar y la Asamblea Familiar permite definir y limitar los distintos roles. También permite establecer distintos espacios para relacionarse como empresarios, gerentes, subordinardos y como familia.
- Constitución Familiar: dedicar tiempo a construir las normas que regularán la relación entre la familia y la empresa. Este documento también debe incluir los procedimientos para resolver diferencias futuras o conflictos de interés.
Es ideal que este proceso de Planificación Estratégica de la Familia Empresaria se realice antes del retiro del fundador/líder actual, y antes de que los problemas agobien a la Familia Empresaria. El acompañamiento de un profesional externo colaborará en la creación del marco para que se lleven a cabo las conversaciones difíciles.
Atravesar este proceso cuando las relaciones familiares son buenas es mucho más sencillo que cuando ya existe tensión al interior de la familia empresaria. Cómo dice un proverbio chino: el mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años, el segundo mejor momento es ahora. Trabajemos hoy para plantar la semilla de la protección de tu legado.